Aprovechando esos últimos días de calorcito en la playa, fuimos a dar una vuelta por el paseo. Parecía mentira que fuese noviembre, con el frío que hace ahora!
Me encanta reciclar prendas viejas de los armarios y dar una segunda vida a eso que ya no iba a usarse más. Recuerdo ver este chaleco en el fondo de armario de mi padre durante toda mi vida y no se lo he visto puesto ni una vez. Hace unos días me enteré de que era de mi bisabuelo y encima mi tallal! Así que me hice con él. Como es confección antigua, el chaleco está en perfecto estado, no como ahora que la ropa se estropea en nada.
Así que hice esta combinación con kaki y negro, con algunos toques dorados. Como siempre, no podía faltar un poco de color con este bolso, lo adoro.
Collar: Ale-hop
Camiseta: Segunda mano
Chaleco: Heredado
Bolso: Desigual
Pantalones: Primark
Cinturón: Kiabi
Bailarinas: Tienda local
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