Hoy os traemos una receta que me encanta! Esta tarta de zanahoria está totalmente deliciosa. Tengo que decir que la encontré hace unos años en esta web y no he probado ninguna otra receta desde entonces. El bizcocho queda muy meloso y nada seco y el topping de queso fresco es la guinda del pastel, no podría haber mejor combinación. A los que no os guste la zanahoria, he de decir que a mi tampoco me apasiona, no sabe para nada a zanahoria. Tenéis que probarla!
Ingredientes, para la tarta:
- 400 g de azúcar
- 350 ml de aceite de girasol
- 4 huevos (se me olvidaron ponerlos en la foto!)
- 450 g de zanahorias machacadas (hervir, colar, machacar) 5-6 zanahorias grandes
- 240 g de harina de trigo
- 10 g de levadura en polvo
- 10 g de bicarbonato de sodio
- 10 g de canela
- 5 g de sal
- 350 ml de aceite de girasol
- 4 huevos (se me olvidaron ponerlos en la foto!)
- 450 g de zanahorias machacadas (hervir, colar, machacar) 5-6 zanahorias grandes
- 240 g de harina de trigo
- 10 g de levadura en polvo
- 10 g de bicarbonato de sodio
- 10 g de canela
- 5 g de sal
Con estas medidas sale una tarta bastante grande, en esta ocasión dividí todas las medidas entre 2 y me salió una tarta de un tamaño normal.
Pelamos y cortamos las zanahorias para ponerlas a hervir. Pinchadlas para comprobar que están blandas y se puedan triturar bien. Un consejo: no las queráis sacar demasiado pronto, ya que si no están del todo cocidas es difícil trituralas.
Mientras se cocinas las zanahorias, mezclamos en un bol todos los ingredientes secos, menos el azúcar.
Añadimos los huevos uno a uno removiendo bien después de cada uno.
Una vez estén las zanahorias cocidas, las aplastamos con un tenedor.
Añadimos la zanahoria, los ingredientes secos y los húmedos y removemos bien.
Para asegurarnos de que no queda ningún grumo, le pasamos la batidora durante 3 minutos. La consistencia cambia totalmente y se vuelve mucho más homogénea.
Horneamos a 175ºC durante 60 minutos. Podéis pinchar el centro con un cuchillo liso para comprobar que esté hecho. Este paso es recomendable ya que si lo dejamos demasiado tiempo el bizcocho quedará seco.
Así queda el bizcocho una vez horneado e igualada la parte superior para cubrirla con el topping.
Ingredientes, para el topping:
- 240 ml de queso Philadelphia a temperatura de ambiente
- 60 g de mantequilla sin sal, a temperatura de ambiente
- 10 ml de extracto de vainilla (yo no tenía)
- 450 g de azúcar glacé (esta medida es orientativa, se añade poco a poco y seguramente necesitaréis menos)
Añadimos todos los ingredientes, hasta que quede una textura densa pero que se pueda trabajar fácilmente. Al añadir el azúcar glas poco a poco podremos controlar la consistencia fácilmente.
Abrimos la tarta por la mitad con la ayuda de un cuchillo, al rellenarla por dentro, el topping le dará un sabor y una cremosidad extra.
La cubrimos por encima y voilá! La apariencia no me quedo del todo bonita, y la luz le da un tono amarillo que no es el real. Pero está riquisima.
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